Con el paso de los años es importante una adecuada y continua atención de los pies de las personas mayores, sobre todo si presentan alteraciones morfológicas, cuadros dolorosos osteoarticulares o afecciones de partes blandas. Ejemplo de ellas son la artritis, los problemas vasculares periféricos, la diabetes mellitus, etc.
Las patologías tratadas en este sector poblacional tienen diverso origen. Pueden estar causadas por el desgaste propio de la edad, pueden no estar tratadas en la infancia o pueden ser consecuencia de los efectos nocivos y adversos a lo largo de la vida.
Con independencia del origen constituyen un grupo poblacional de riesgo que requiere de una atención podológica adecuada.
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